lunes, 25 de mayo de 2015

Por primera vez...

La inmensidad del amor no puede reducirse a un sistema nervioso excitado, a mariposas en el estómago, a besos robados y a la alegría de estar juntos. El amor también abriga en su antiguo corazón el furioso sentido de soledad, el corazón desgarrado incapaz de ser reparado; este amor acoge a quien se siente abandonado, perdido, nunca tomado en cuenta. El amor es capaz de aceptar el pánico más crudo en sus entrañas, una ola de horror en medio de la noche cuando los niños están durmiendo, el tedio más profundo apareciendo de la nada. El amor es incertidumbre también. Amor es sentirte tan inseguro como cuando fuiste arrojado por vez primera a este mundo incontrolable, cuando te arrancaron la seguridad del útero, completamente exhausto, pero respirando por tu cuenta, por primera vez, victorioso.


No hay comentarios:

Publicar un comentario