"Quería decirte que cuando te escribo no intento desordenar la arena ni distorsionar el viento. Pero es cierto que a veces doy vuelta en la escritura como si diera vueltas en la cama: no puedo alinear las frases, ni siquiera sé en qué lengua. Que es verdadero incluso lo que callo, porque no siempre es posible deletrear lo que me espera. Y que la patria del amor es el gesto, no la espera."
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