...Una sensación de quemadura ácida en los miembros, músculos retorcidos e incendiados, el sentimiento de ser un vidrio frágil, un miedo, una retracción ante el movimiento y el ruido. Un inconsciente desarreglo al andar, en los gestos, en los movimientos. Una voluntad tendida en perpetuidad para los más simples gestos, la renuncia al gesto simple, una fatiga sorprendente y central, una suerte de fatiga aspirante. Los movimientos a rehacer, una suerte de fatiga mortal, de fatiga espiritual en la más simple tensión muscular, el gesto de tomar, de prenderse inconscientemente a cualquier cosa, sostenida por una voluntad aplicada. Una fatiga de principio del mundo, la sensación de estar cargando el cuerpo, un sentimiento de increíble fragilidad, que se transforma en rompiente dolor ...
interesante... muy
ResponderEliminarnada he visto ayer que me motive a continuar, pero hoy me levante feliz, me bañe y disfrute mucho de un tiempo que me hice pa acercarme a vos. hoydia no he capturado garantia alguna de felicidad para el mañana, pero que mierda, nunca he tenido tantas ganas de apostarlo todo..
ResponderEliminarsalu!
..se te extraña por la costa oriental..