martes, 25 de octubre de 2011

.Los cuervos de Aldoux.


Abrí la puerta. No; no exactamente. Quiero decir: allí estaba la puerta, yo estaba delante de la puerta. Yo estaba de este lado, la puerta estaba allí; estaba cerrada, y entonces abrí la puerta. Pero no quiero decir que estuviese cerrada con llave; yo no tenía la llave. Tampoco tenía que accionar el picaporte, porque en realidad no estaba cerrada, no estaba del todo cerrada. No es que haya abierto la puerta, pero la puerta estaba allí; yo la empujé y giró sobre sus goznes. No lo suficiente, de primera intención; para pasar el cuerpo por allí debía empujar nuevamente, un poco más. Pero no lo hice; no pasé el cuerpo por allí. Abrí la puerta, y me quedé allí, esperando.

martes, 18 de octubre de 2011

"Esta penumbra habla
de aquello
que aún no ha sido

Extraña murmuración
del cuerpo

que incluso oye
algunas palabras

a punto
de estallar".
 

miércoles, 12 de octubre de 2011

El Hombre de ninguna parte


.“Lo más difícil a la hora de relatar la vida de alguien es elegir entre la abundancia de detalles y microsucesos, todos ellos importantes o insignificantes por igual. Si uno escoge incluir sólo los hechos importantes (…) entonces sacrifica la auténtica sustancia de la vida: lo efímero, los momentos menores, muy poca cosa para que quede constancia (el tren que se detiene en una estación en la que no hay nadie; una araña que desciende por una cuerda invisible y se posa en el suelo justo en el momento en que alguien la pisa; una paloma que te mira fijamente a los ojos; el leve hipo de una persona que está delante de en la cola para comprar el pan; una palabra ininteligible murmurada por un ligue de una noche, que duerme a tu lado, desnudo y anónimo”.

lunes, 3 de octubre de 2011

 Nada encontraría yo enfrentandome al mundo,
no son tiempos de radicalidades, quien hoy
quiera conseguir algo a traves de ellas sólo
accederá a un buen golpe en la cabeza.
Si me acompaña la tolerancia quiza pueda
mostrar algo, alternativo, no radical, en los hechos, sutil. 
Quiza podamos dar los primeros pasos sin comprometer
a nadie, sin discriminar ni ser apartados. 
Quiza esos pasos solamente
sean los primeros de una nueva forma de andar, pues ya hemos
aprendido que caminos son nada, todo es andar.
No confundimos caminos con caminar. 
El camino se idealiza, lo realiza el caminar.
Demosle pies a los objetos que fueron sujetos
y por proyectar caminos echaron raices mirando al cielo.
Seamos participes de la expansión. 
Todo se mueve.